En la comunidad floreciente Latina de Beechview, el T es un recurso de valor indispensable. Sus carriles de acero trazan la Avenida Broadway, tejidos entre restaurantes, grupos comunitarios y tiendas Latinoamericanas.
Beechview Puntos de Orgullo
FuentePública (PublicSource) mapea y relata las fortalezas de comunidades diversas.
Extendiéndose de los estadios del North Shore a los centros comerciales de South Hills Village, el segmento del sistema del tren ligero de Pittsburgh conocido como la Línea Roja conecta el sur de la cima del vecindario al centro y los suburbios.
Para personas sin acceso a un carro o sin los papeles necesarios para una licencia de conducir, la Línea Roja provee transportación vital y económica al trabajo, la escuela, y a jugar.
Es una razón central de porque muchos inmigrantes eligen establecerse en el inclinado Beechview, el único vecindario en la ciudad con tránsito sobre riel integrado en su arteria central.
Casi 40% de los pasajeros que dependen de la Línea Roja hablan español, de acuerdo con una encuesta del 2022 conducida por Casa San José, una organización comunitaria en Beechview.
Read the English version of this story: The Red Line is a lifeline for Beechview’s Latino community, but the T isn’t always reliable — or bilingual
La función integral de la T para los residentes Latinos también significa que la comunidad es vulnerable cuando está fuera de servicio o resulta poco fiable. Y mientras que quizás para el año que viene el T se convierta más amigable para los hispanohablantes, su horario podría ser reducido.
Todos menos uno de los empleados de Chicken Latino toman el T al trabajo.
“Muchas familias hispanas aquí no tienen carro,” dijo Shelbin Santos, dueña del restaurante peruano en la Avenida Broadway. “Muchas personas no tienen el lujo de papeles y documentación.”
“La línea T te conecta con todo.”
Cuando se trata de negocios, la Línea Roja atrae clientes – y dinero en efectivo.
Cuando hay partidos o conciertos en el centro, “Los trenes están llenos,” explicó Santos. “Y sabes que primero van a parar aquí para comer.”
Pasajeros toman la Línea Roja sur hacia Beechview después de que los Steelers de Pittsburgh le ganaron a los Green Bay Packers el domingo, 12 de noviembre. Los dueños de negocios en la Avenida Broadway reportan bajas en negocios cuando el T está fuera de servicio.
Pero cuando la Línea Roja está fuera de servicio, muchos empleados de Santos son forzados a caminar al trabajo. A veces llegan tarde.
Apolonio Gomez toma la Línea Roja para trabajar en un segundo trabajo en Dormont después de terminar sus turnos en Chicken Latino. Pero cuando el T está fuera de servicio por reparaciones o apagones, él dijo que tiene que caminar más de 40 minutos.
La Línea Roja puede ser poco fiable especialmente de noche, dijo Gomez, cuando él está de camino a su casa del trabajo. “Necesita mejor servicio.”
Y cuando el T está fuera de servicio, el negocio baja.
A principios del 2022, cuando se requerían reparaciones para un puente que apoya la línea del tren, la Línea Roja estuvo fuera de servicio por más de tres meses y medio, reemplazado con un servicio de un autobús lanzadera por partes de su ruta.
Santos estimó que su restaurante perdió $36,000 durante ese periodo. “Fue una pesadilla cuando el T estuvo cerrado,” ella platicó.A unas cuadras bajando Broadway otro restaurante, Comedor Betty, estimó una pérdida de $10,000. Atravesando Broadway, el restaurante Alquisiras Paleteria estimó que perdieron $20,000 en ingresos esperados, cerrando temprano en algunos días debido a una reducción de clientela antes de que la Línea Roja resumiera el servicio en mayo, de acuerdo con una encuesta conducida por Casa San José.
“Nuestro sistema de tránsito entero — no solo la Línea Roja — ha pasado por problemas de fiabilidad desde la pandemia de COVID,” escribió James Ritchie, el oficial principal de comunicaciones para el Tránsito Regional de Pittsburgh (Pittsburgh Regional Transit o PRT), en un correo electrónico a FuentePública (PublicSource), señalando desafíos al contratar y entrenar suficientes empleados. “Esto a veces ha afectado nuestra habilidad de cumplir con los horarios publicados.”
De acuerdo con Ritchie, la Línea Roja ofrece un “nivel alto de servicio” y pasa cada 15 minutos durante horas pico y cada “casi 20 minutos” durante horas de baja demanda. “Que es mejor que la mayoría de nuestras rutas,” él escribió. No recorre entre 1:30 am y 4:00 am.
En febrero, la Línea Roja va a atravesar Broadway con menos frecuencia. PRT está planeando reducir el horario porque no tienen suficientes operadores. “Por supuesto que no queremos estar haciendo esto,” dijo Phillip St. Pierre, el jefe de horarios para PRT. “Pero necesitamos tener personas para trabajar.”
El cambio, que St. Pierre dice que es improbable que afecte a pasajeros viajando en horas de mayor tránsito y mayormente se realizará durante horas de baja demanda, puede agregar 5 minutos de espera. Pero también hará el T más fiable, dijo St. Pierre: “Así que aparecerá cuando digamos que lo hará.”
Pero, para pasajeros de Beechview que hablan español, la preocupación de fiabilidad se combinan con preocupaciones de acceso lingüístico.
Cuando Ricardo Villarreal se mudó a Pittsburgh de Panamá hace tres años, él usaba el T para ir a todos lados — y todavía lo hace.
Él y su pareja, Lorena Peña, toman el T al trabajo cinco días a la semana, viajando a diario desde su casa cerca de la Unión de South Hills (South Hills Junction) para trabajar en un restaurante de pizza en Mt. Lebanon.
“Todos los días que vas dentro de un trolley de la Línea Roja, vas a encontrar cuatro de diez Latinos,” dijo Villarreal cuando él y Peña viajaban al sur para cenar en Dormont. Él es funcionario del consejo de Pittsburghers para Transito Publico (Pittsburghers for Public Transit [PPT]), un grupo defendiendo la accesibilidad al tránsito.
“Estamos abogando por Latinos porque somos Latinos, pero todo tipo de personas usan el tren,” dijo Peña, también miembro de PPT. Ella dijo que si el T fuera más fiable, más gente lo usaría.
Pero para las personas en la comunidad que no hablan inglés, el sistema de tránsito puede ser difícil de navegar.
“Es muy complicado para las personas entiendan si no hablan el idioma,” dijo Villarreal.
Para inmigrantes recientes en particular, comprar un boleto o cargar la ConnectCard y encontrar el tren correcto puede ser un proceso difícil de navegar sin instrucción en el lenguaje español en la parada, dijo Peña, quien agregó que las barreras al idioma se pueden exacerbar cuando los trenes se tardan o cuando se suspende el servicio.
Junto con Casa San José, Villarreal y Peña abogan por más acceso lingüístico para pasajeros del T que hablan español.
Le han pedido al PRT que agregue anuncios de altavoz y letreros en las paradas de la Línea Roja en español, y esperan crear un programa de embajadores que pondría guías bilingües en las paradas del T para ayudar a los hispanohablantes a encontrar su camino.
Quizás pronto consigan su deseo.
En diciembre, el PRT empezará a implementar letreros y anuncios de altavoz en español en las estaciones de tren por la Línea Roja, en el centro y en algunas paradas por la Línea Azul que atienden a Brookline, de acuerdo con Ritchie, quien espera que el mensaje en español se expanda al interior de los trenes T, el sitio web PRT y las redes sociales en 2024.
Recientemente, el PRT también inauguró una opción en español para su línea de servicio al cliente con una opción para agregar a un intérprete en vivo a la llamada.
Pero el “gran componente que falta,” de acuerdo con Ritchie, es pasar información de interrupción al servicio a los pasajeros, que él reconoce que impacta a los hispanohablantes que dependen en la Línea Roja.
Para ese fin, el PRT está desarrollando un sistema al cual los pasajeros se pueden inscribir para recibir alertas cuando no hay servicio en las líneas de tránsito que usan, que se podrían enviar por texto – en español o en otros lenguajes – con la esperanza de atender a las personas que no tienen acceso al internet o a un teléfono inteligente.
Ese servicio todavía no tiene una fecha de inicio.
Las personas más afectadas por el acceso lingüístico y fiabilidad son inmigrantes de bajos recursos, dijo Laura Perkins, quien trabaja con residentes Latinos a través de Casa San José. Muchos, ella dijo, son “personas que huyen de la pobreza y la violencia que cruzaron la frontera de manera legal que no tienen el dinero para el acceso a estatus legal.”
“Cuándo la calidad del servicio baja, ¿quién se ve más afectado?” dijo Perkins, “Tiene una correlación directa con el privilegio.”
Perkins a menudo graba videos en español para informar a personas de la comunidad cuando la Línea Roja está fuera de servicio, o para explicar el proceso de cargar la ConnectCard. Incluso se ofreció a grabar anuncios ella misma para PRT en español que podrían reproducirse en las paradas del T por la Línea Roja.
El T, dijo Perkins, “es la única manera de transporte si no tienes carro y si no puedes pagar por Uber, que es la mayoría de las personas.”
“Es completamente esencial… Es la línea vital para Beechview.”
Fotografías de Quinn Glabicki.
Quinn Glabicki es un reportero del ambiente y clima en FuentePública (PublicSource) y es miembro de corps para Report for America. Puede ser contactado en quinn@publicsource.org y por instagram y X @quinnglabicki.
Los hechos de esta historia fueron revisados por Ladimir Garcia.
Traducción de Zulma Michaca, profesional bilingüe experta viviendo en el Condado de Riverside, Calif., con familia en Pittsburgh. Para contactarla: z.michaca123@gmail.com.